martes, 25 de agosto de 2015

ADVERSIDADES: ENFRENTARLAS Y SUPERARLAS


© Jaume Ferrer – [ 25 de Agosto de 2015 | 23:43 horas]

"Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo". (1ª Juan 4:4)

Cuando tenis 18 años a punto de ir al servicio militar mi padre que trabajaba con mis tíos en la pesca me enroló en la barca hasta que fuese llamado por la Armada Española. 

Me encontraba aprendiendo por primera vez a navegar con las manos agarradas al timón de la embarcación y mi padre indicándome que mantuviera firme la caña (timón) y la vista en el horizonte y en la brújula que me marcaba el rumbo.

Pero para mí siempre era un reto todas las adversidades; buscaba el romper las olas y adentrarme mar abierta. Pero tan pronto como yo veía aproximarse cualquier formación de nubes, o en el instante en que el viento parecía intensificarse, llamaba a mi padre que contaba con una gran experiencia en enfrentarse a las adversidades del mar.

Había estado pescando en Argelia, y en tres ocasiones durante fuertes temporales de mar había caído y por unos largos minutos estuvo perdido en medio del mar hasta ser rescatado. 

Cuando salíamos a pescar y mi padre era quien llevaba el timón, el mando de la navegación y aunque apereciesen formaciones de nubes y marejada, yo ¡me sentía tranquilo! a pesar de los fuertes vientos y las enormes olas. Sabia que él era un veterano, y yo confiaba en que podría controlar cualquier cosa que el mar nos lanzara. ¡Todo cambiaba cuando papá estaba llevando el timón y enfrentando las adversidades del mar!.

En la vida siempre se nos presentará retos y desafíos. Se nos presentarán formaciones de nubes, viento que levantara marejada o tormenta. Continuamente nos estaremos enfrentando a diferentes circunstancias y adversidades. 

Pero lo más emocionante de esta aventura llamada vida, es que ¡todo cambia cuando nuestro amado Padre Dios está abordo!, cuando Él lleva el timón y es quien controla el rumbo.

Por tanto, dejémosle el control de nuestra barca, confiados de que Él nos llevará seguros a nuestro destino, a un puerto con aguas calmadas y donde podernos resguardar y descansar. 



UNA MIRADA AL INTERIOR

Esto lo escribí hace ya unos años y hoy revisando mis notas me lo he encontrado. Sigo pensando lo mismo que entonces.  H oy al mi...