Ves que la vida nos enseña que las apariencias engañan. Que no es oro todo lo que reluce. Que las cosas buenas salen del corazón.
Ves el mundo de forma diferente, te enamoras del alma de las personas, solo quieres amor y tranquilidad.
La perspectiva frente al amor es muy diferente. Se ama con mayor serenidad.
Aprendes que la esencia de una persona se percibe en sus acciones y se siente con el alma.
Te das cuenta que lo más valiente que has hecho fue continuar viviendo cuando querías morir.
Aprendes que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir siempre hacia adelante.
La vida es una calle de un solo sentido.
Aprecias más la vida porque madura en ti y notas que la consciencia te dice que nada es para siempre y lo más importante: es que cada minuto es un milagro por estar vivo.
[© Jaume Ferrer – 14 Abr 2017| 15:25 h]
[© Jaume Ferrer – 14 Abr 2017| 15:25 h]

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