Solo hace dos horas que te has ido. De nuevo tu ausencia se ha apoderado de mi y te hecho en falta aunque se que si tu madre quiere, tu y yo pasaremos unos días juntos de nuevo, pero no me acostumbro a esta obligada separación entre tu y yo.
Pienso que dos personas maduras que han convivido durante años juntos y que ahora una de ellas ha querido cambiar la situación a su beneficio, los hijos no deben pagar por las decisiones tomadas.
Los hijos deben convivir por igual con el padre y con la madre. Y las leyes deben de ir en beneficio se ellos y no de las madres que las hay de muy mala calaña y se las inventan de todos los colores para justificar sus decisiones unipersonales y partidistas, ya sean bien tomadas o no. Así como también hay padres que no se merecen serlo.
Reflexionando sobre la impuesta ausencia de mi hijo pienso que mi función es la de ser padre, intentar ser un buen padre, darle todo mi amor y darle unos valores y enseñanzas básicas para que cuando sea mayor sea una persona responsable, noble, honesta, honrada y que sepa amar a su pareja e hijos como así yo he amado a pesar de las traiciones, mentiras y odios.
Bien el tiempo corre para todos por igual. Ya se hagan las cosas mal y de forma egoísta o se hagan las cosas de forma justa.
Hoy mi hijo en la despedida me ha dado una magnifica lección. Yo le he dicho en broma: "ala que te vas y me dejas solo. Que solo voy a quedar". Él con una sonrisa dibujada en su rostro inocente y con sus ojos brillantes me ha respondido seguro y muy convencido: "Papá, no te vas a quedar solo"... "Cómo que no hijo, si tu ya no vas a estar"... "Pero papá estará Dios contigo".
Que maravillosa lección me ha dado mi hijo. Y cuantas gracias le doy a Dios por el maravilloso regalo que es tener como hijo a Pau y porque el santo espíritu de Jesucristo esta obrando en la vida de mi hijo.
¡ Gracias !...
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